El Comando Central de los Estados Unidos (Centcom) confirmó este lunes la muerte de 12 integrantes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) durante una ofensiva aérea en Siria. Los ataques se realizaron en zonas controladas por el antiguo régimen de Bashar al Asad y fuerzas rusas, con el propósito de desmantelar campamentos y neutralizar operativos del grupo terrorista.

En un comunicado, el Centcom explicó que la operación forma parte de la misión en curso para “desbaratar, degradar y derrotar” al EI, evitando que el grupo aproveche la actual inestabilidad en Siria para reorganizarse o planear ataques externos. El general Michael Erik Kurilla subrayó que Estados Unidos “no permitirá que el EI se reconstituya y aproveche la situación actual en Siria”. Asimismo, el organismo aseguró que no hay reportes de víctimas civiles, aunque los daños en la zona siguen siendo evaluados.

Mientras tanto, el Departamento de Estado de EE. UU. se mostró abierto a la posibilidad de levantar sanciones económicas sobre Siria, siempre que se registren mejoras tangibles en el país. “Las sanciones no son permanentes y están orientadas a generar cambios de comportamiento”, señaló Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, enfatizando que cualquier decisión dependerá de las acciones concretas de las autoridades interinas en Siria.

Este desarrollo refleja el doble enfoque de Estados Unidos en la región: combatir la presencia persistente del Estado Islámico mientras evalúa posibles flexibilizaciones económicas en un país devastado por años de conflicto.